Mensaje del Comité Consultivo de Ex-Presidentes de ALAS
“Se cuenta que cuando ha llegado al lugar del sacrificio sube por sí mismo, sube voluntariamente al sitio donde va
a ser sacrificado. Y cuando sube un escalón… rompe una de sus flautas en pedazos, y así sucesivamente. Y después de que ha ascendido varios escalones y ha llegado a la cima, rápidamente lo sujetan los sacerdotes, lo acuestan boca arriba sobre la piedra de los sacrificios, en seguida le abren el pecho, le extraen el corazón y lo levantan ofrendándoselo al sol… Así termina él su vida en el lugar al que fue para morir; en Tlapitzanayan.” […]
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