Zygmunt Bauman In memoriam
Dr. Alexander Araya
La Asociación Latinoamericana de Sociología lamenta el fallecimiento de una de las voces más importantes de la filosofía y la sociología global, y rinde tributo al pensador polaco Zygmunt Bauman. Nacido en la pequeña ciudad de Poznań en 1925, su pensamiento sin duda fue producto de los propios cambios geopolíticos que marcaron su ciudad natal, frecuentemente disputada y conquistada a lo largo de la historia. Creciendo en una Europa en crisis económica y en guerra, y alcanzando la madurez en un contexto de posguerra, Bauman fue capaz de condesar sus visiones del mundo y sus reflexiones en un legado que hoy parece consistir más en preguntas, que en respuestas.
Su trabajo sobre la liquidez no se redujo a los debates académicos sobre la modernidad y la posmodernidad, ni a sus eternas incertidumbres acerca del escurridizo concepto de la identidad. Bauman, como un pensador riguroso, aplicó su teoría de la liquidez al miedo, a la vigilancia, al poder, e incluso al amor. En ese mundo líquido que el autor asegura nos fue heredado, y en el cual los seres humanos somos incapaces de asirnos, Bauman nos dio un punto de referencia para un mundo en cambio, en donde las transformaciones ocurren de forma tan rápida que nuestro conocimiento de la realidad debe ser siempre cuestionado.
A diferencia de muchos otros pensadores que han sido capaces de analizar un tiempo y un espacio pasados, Bauman observó un mundo en movimiento. Su capacidad de analizar lo contemporáneo le permitió retomar debates clásicos de la ciencia social y traducirlos a un idioma más apropiado para un mundo global en eterno cambio. Por ejemplo, en su reflexión sobre la libertad y la seguridad, Bauman fue un crítico ejemplar, apuntando que nuestro bienestar solamente puede existir en un equilibrio entre estas dos necesidades humanas básicas: ¿Somos libres en un mundo de drones? ¿Estamos seguras en un mundo de consumidores? ¿Cómo entender la idea de comunidad?
La influencia del pensamiento de Bauman en la sociología latinoamericana, y en la sociología global, es inmedible. Pasaran muchos años antes de que seamos capaces de comprender, en forma reflexiva, el legado de Zygmunt Bauman. En sus últimas declaraciones en la prensa, consideradas por algunos como alarmismo y calamidad acerca de un mundo totalitarista al acecho, o como críticas inapropiadas a nuevas formas de comunicación como las redes sociales, Bauman permaneció fiel a sí mismo. Era la mente curiosa que levantaba la piedra para ver los universos que se esconden debajo, los ojos entrecerrados que contemplaban con fascinación nuestra oscuridad.
En este 2017, la Asociación Latinoamericana de Sociología invita a todos y todas a reconciliar nuestros miedos y nuestras ansiedades a través del pensamiento de Bauman. Hay pocos conceptos sobre los que Bauman no escribió: Trabajo, entretenimiento, consumo, vida, muerte. Su obra es un pesimismo lleno de esperanza, pero también de escalofriantes advertencias. Su obra debe ser transformada, adaptada, criticada, revisada, y sin duda mejorada. Es lo que los vivos le debemos a él.